La comunidad, al igual que la familia, es el medio por el que las personas consiguen sus primeros vínculos afectivos, en el que encuentran la satisfacción a sus necesidades primarias. Posteriormente, dichos vínculos les servirán de base para continuar el camino de desarrollo personal. Sin embargo, sabemos que algunas comunidades, en vez de ser entornos que motiven el crecimiento personal, pueden ser limitantes, ya que ofrecen una gama amplia de antivalores y prácticas que son contrarias al bienestar social.
Cuando las comunidades o familias no son suficientemente motivadoras o requieren fortalecer vínculos y presentar ejemplos a seguir para sus miembros, es importante generar espacios que impartan referentes de salud emocional y, sobre todo, que generen lazos afectivos de confianza. Con estos, se podrá forjar resiliencia en la comunidad.
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¿Qué es resiliencia? La resiliencia es la capacidad de afrontar la adversidad. Desde la neurociencia, se considera que las personas más resilientes tienen mayor equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés, soportando mejor la presión. Esto les permite una sensación de control frente a los acontecimientos y mayor capacidad para afrontar retos (Instituto Español de Resiliencia).
Motivados por seguir fortaleciendo el desarrollo de la comunidad alto lareña, todo el equipo del programa de Contención Emocional viene recibiendo los seminarios de resiliencia, dictados por el psicólogo psicoanalista Leopoldo Caravedo, presidente de la Sociedad de Psicodrama Relacional y psicoanalítico (SOPREP).
Uno de los puntos más importantes tocados dentro de este seminario, fue el de remarcar la importancia de la comunidad para el desarrollo de resiliencia. Se tomaron en cuenta los estudios del psiquiatra y psicoanalista Boris Cyrulnik, quien pudo diferenciar que las comunidades que habían sufrido algún tipo de catástrofe, pero que sus miembros mantenían sus contactos familiares y se apoyaban en comunidad, desarrollaban más resiliencia que miembros de comunidades que se tornaban frías, distantes y muy tensas ante dicho problema. Ello demostró que, cuando se cuenta con comunidades sanas emocionalmente, se propicia en los demás esa misma fortaleza emocional y, por consiguiente, se desarrollará resiliencia.
Fundación La Calera cree firmemente que todas las personas necesitan de comunidades saludables para crecer y de la mano de los diversos agentes de la comunidad. El equipo continuará brindando espacios para que los niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores desarrollen todas sus capacidades, y puedan vivir en un entorno promotor de resiliencia.
¡Fundación La Calera, equidad, esfuerzo, comunidad!
NOTA: Fundación La Calera busca promover los valores de Tayo (Tallo) y Beatriz Masías en todos los programas, proyectos y actividades que realiza: “Soñar en grande, romper paradigmas y disfrutar del esfuerzo colectivo”.