El 04 de Junio de cada año, por disposición de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) se conmemora el Día Internacional de los niños víctimas inocentes de la agresión, esto tras el alarmante número de niños palestinos y libaneses que han sido víctimas de los actos de violencia en las guerras de medio oriente.
En medio de la situación actual, es muy importante recordar esta fecha, donde fijamos nuestra mirada en los niños y su desarrollo, tomando en cuenta todos los cambios que ellos están viviendo en medio de la pandemia.
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Este aislamiento social ha generado que los padres pasen más tiempo con sus niños y muchos de ellos están conociendo características de sus hijos que antes no veían. Esto, en algunos casos, ha generado que los padres comiencen a perder el control y utilicen la violencia para corregir actitudes, creyendo que los golpes o insultos serán la motivación para que su niño pueda mejorar, sin embargo, en esta fecha resaltamos que ese método está muy lejos de ser efectivo para formar a nuestros hijos como personas seguras de si mismas, sociables, emprendedoras y felices.
Los niños tienen una gran capacidad de aprendizaje y todo lo que hagamos o digamos será comprendido por ellos, es ahí donde debemos detenernos a pensar ¿Qué tipo de adulto quiero que sea mi niño? ¿Quiero que asuma que las personas aprenden mejor cuando son violentadas? ¿Quiero que sienta que el amor de padre también se muestra a través de los golpes? ¿Qué es lo que quiero sembrar en la mente y el corazón de mis hijos? Es tiempo de repensar nuestros tratos y saber que la generación que estamos formando es la que desarrollará un futuro mejor al nuestro (o peor…).
Los niños no deberían vivir en ningún entorno de violencia y debemos ser los adultos quienes siempre levantemos nuestra voz en su defensa, como diría el filósofo y escritor Mirko Badiale “En cada niño se debería poner un cartel que dijera: Tratar con cuidado, contiene sueños”.
NOTA: Fundación La Calera busca promover los valores de Tayo (Tallo) Masías y Beatriz en todos los programas, proyectos y actividades que realiza. “Soñar en grande, romper paradigmas y disfrutar del esfuerzo colectivo”.